El presidente municipal, Miguel Ángel Tronco Gómez, recordó que también ahí hubo un abuso grave y no se resolvió nada.
El presidente municipal, Miguel Ángel Tronco Gómez, recordó que también ahí hubo un abuso grave y no se resolvió nada.
La masacre en el ejido Playa Santa, perteneciente a este municipio, ocurrida el 29 de abril de 2019, continúa en la impunidad. La Fiscalía General del Estado tiene el expediente en archivo.
En este triple asesinato, también intervino un grupo similar al que cometió los 12 crímenes recientemente en la localidad Cerro de Nanchital.
El alcalde Miguel Ángel Tronco Gómez así lo describió, y dijo que es lamentable que dichos grupos operen fuera de la ley.
Las víctimas en esa ocasión fueron Alberto de la Cruz Bocanegra, Renato Cruz Mil, y Gabriel Ramos López, quienes fueron confundidos como “roba niños”, cuando solamente habían ido a visitar las cascadas que hay en esa zona, ya que Cruz Mil ejercía el ocultismo y pretendía realizar un rito en ese lugar.
Los pobladores los retuvieron, los amarraron en la explana central de la comunidad y por la tarde, un grupo de hombres encapuchados con armas largas, llegaron a darles muertes, prácticamente los fusilaron, luego de que fueran azuzados por otras personas que llegaron a alborotar a la gente.
El próximo 29 de abril se cumplen tres años de la masacre y el alcalde Tronco Gómez, refirió que pese a ese antecedente y otros que se han presentado en la zona rural, donde operan grupos armados fuera de la ley, no se había hecho nada, o más bien no se ha hecho nada para frenar esos abusos y asesinatos a sangre fría.
DESPUÉS DEL NIÑO AHOGADO…
En Playa Santa, después de que ocurrió el triple asesinato, elementos del Ejército Mexicano, sección Guardia Nacional y policías federales de la Gendarmería, así como policías municipales y estatales, tomaron el control de la comunidad y ejidos aledaños, ante los rumores de que llegaría otro grupo armado a tomar venganza contra el pueblo.
Esto movilizó a los diversos cuerpos de seguridad, quienes llegaron de madrugada al ejido, el cual parecía pueblo fantasma, debido a que todos los habitantes estaban ocultos en las montañas, prácticamente durmiendo en el monte.
Lo mismo ocurre ahora, cuando fueron fusiladas 12 personas en un camino de terracería, en la congregación Cerro de Nanchital, pues de nueva cuenta un ejército de policías estatales, fuerza civil y Ejército, tienen sitiada la zona rural, pese a que ya existían otros antecedentes de matanza desde el 2017 a la fecha.