Iglesia Adventista ora y da asistencia a migrantes

​Jóvenes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día llevaron a cabo una labor humanitaria y espiritual de gran valor para los migrantes haitianos que van con rumbo a la zona norte del país en su paso por Las Choapas.

Se trató de un grupo de miembros de clubes de Conquistadores y Guías Mayores de la iglesia del Barrio de las Flores, quienes encabezados por el pastor Erick García Morales, se encontraron con un nutrido grupo de haitianos en la terminal de ADO en el bulevar Antonio M. Quirasco.

Allí repartieron el libro “Paz para tu Vida”, escrito por Elena G. de White, donde se les llevó el mensaje de la palabra de Dios en medio de la desgracia que los ha obligado a abandonar a sus hogares y que muchos de ellos recibieron de buena gana por parte de este grupo de jóvenes altruistas.

"Nos organizamos de manera personal –Indicó el pastor Erick- porque si hay un día en el que podemos realizar este tipo de actividades más que nunca es el día sábado que es cuando podemos hacerlo con más calma y con mucho más valor espiritual para nosotros, nos reunimos por iniciativa propia junto a un grupo de jóvenes del Club de Aventureros y Guías Mayores.

"Apoyamos alrededor de 400 personas que fue la cantidad de libros que entregamos, los buscamos por la carretera hasta Plaza Verde, pero cuando llegamos al ADO fue cuando terminamos todo lo que traíamos, ahí se encontraba un grupo  a quienes nos acercamos”.

El ministro señaló que el apoyo entregado constó de alimentos, libros y kits de limpieza personal que fue dividido en tres sectores: kit de limpieza para varones con jabón, desodorante, crema dental, papel higiénico, entre otras cosas; también el kit de limpieza para mujeres que llevaba shampoo ya que las mujeres haitianas tiene el cabello distinto y tiende a enredarse con el uso del jabón normal, también productos de higiene femenina y de limpieza personal así como el kit para niños y bebés, que contaba con pañales, toallitas húmedas, crema para rozaduras, etcétera.

"Te puedo decir un dato muy importante –Continuó el ministro- y es que cuando hablamos con ellos, nos dejaron ver que muchos necesitan escuchar de la palabra de Dios en medio de esta tormenta, hubo quien nos decía: '¡Eso es lo que nos hace falta, saber que Dios no nos abandona!'.

Noel, reconoció a su iglesia en otro país

"Nos encontramos a uno de ellos que incluso es Adventista en Haití, su nombre es Noel Mickelson, quienes es un joven que entre sus papeles más importantes llevaba consigo su 'carta de recomendación', que es un documento que avala su membresía en la iglesia Adventista de su país.

“Nos contó que él cuando llegó a la terminal del ADO se sentó totalmente cansado y estaba orando, dijo a Dios: ‘Señor, hazme saber que tú estás conmigo, que no me abandonas…’, cuando pudo escuchar los cantos de alabanza que estábamos entonando.

“Inmediatamente los reconoció y supo que eran de la Iglesia Adventista; él allí donde estaba se encontraba adorando, porque era sábado y nosotros tenemos esa encomienda, de adorar a Dios en su día santo, entonces Noel se encontraba adorando cuando pudo vernos y rápido se acercó.

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"Eso te llena el espíritu y te hace sentir útil, cuando llevas el mensaje de la palabra de Dios y la gente tiene hambre de escuchar. Incluso en pláticas con algunos de ellos nos decían que realmente les da ánimo saber que Dios está con ellos durante este difícil camino.

"Hay que entender que ellos no vienen por gusto o por querer siquiera migrar, algunos son profesionistas que tenían casas, autos, trabajos, pero después del terremoto y la violencia que impera lo perdieron todo, muchos no tienen ningún lugar a dónde regresar”, indicó.

El ministro indicó a PRESENCIA que antes de juzgarlos o de actuar de manera indiferente con ellos, hay que recordar que Dios dice en la Biblia en el evangelio de San Mateo capítulo 25:34-40.- “Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: Venid, benditos de mi Padre... Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí… entonces el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.