Bartolo Flores Molina, es un hombre de 90 años de edad, de los cuales 20 ha dedicado a la perforación de pozos en este municipio.
Bartolo Flores Molina, es un hombre de 90 años de edad, de los cuales 20 ha dedicado a la perforación de pozos en este municipio.
La perforación de pozos artesianos dejó de tener demanda en el municipio de Las Choapas, a pesar de que durante décadas de ahí se abastecían cientos de familias; ahora la mayoría se interesa en pozos perforados, sobre todo aquellos que no cuentan con el servicio de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV).
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En esta temporada de calor, los pozos artesianos disminuyen considerablemente su nivel de agua, al grado, en algunos casos, de llegar a secarse. Este, es uno de los factores por los cuales muchos prefieren recurrir a la perforación de pozos profundos.
Bartolo Flores Molina, es un hombre de 90 años de edad, de los cuales 20 ha dedicado a la perforación de pozos en este municipio.
Asegura que son diversas causas por los que ya casi la gente no recurre a la construcción de pozos artesianos; en primera porque casi ya no hay gente que se dedique a ese oficio, muy riesgoso; otra porque no hay garantías de que funcione, puede que el agua sea turbia o con mucho hierro, pero lo cierto es que la contaminación del subsuelo también es muy alta en Las Choapas.
De hecho en ciertos sectores o comunidades que no cuentan con red de drenaje y utilizan letrinas o fosas sépticas, en temporada de lluvias se rebosan y se mezclan con el manto freático y se contamina, lo que genera problemas en la salud, ya que el agua la utilizan para las labores domésticas.
Flores Molina explicó que su personal se dedica a la perforación de pozos desde 40, 60, 70 y hasta 100 metros de profundidad, lo que resulta bastante redituable para el dueño del pozo, porque le va generar agua de manera ilimitada y por mucho tiempo.
En su caso, están cobrando 900 pesos por metro de profundidad, pero asegura que es una garantía para quienes contratan sus servicios; aquellos pozos que tienen una profundidad de 20 a 30 metros, en poco tiempo dejan de producir agua, “lo mejor es una perforación profunda de más de 40 metros”, recomendó.
Hasta el año 2015, cuando Protección Civil Municipal llevó a cabo un censo en colonias marginadas de Las Choapas, se contabilizaron 200 familias que consumían agua de pozos artesianos porque no les alcanzaba su economía para comprar agua embotellada.
Los sectores censados fueron: Solidaridad, Miguel Hidalgo, El Rabón, Ignacio Zaragoza, El Encanto, Aviación y Tancochapa.
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Este censo derivó, de acuerdo con declaraciones en ese entonces del director de ese departamento, Francisco Javier García Cruz, porque buscaban evitar el consumo de agua de pozos artesianos, debido a que había indicios de que estaba contaminada por sustancias químicas y gases en las profundidades, y esto contribuía a que personas que ingresaban a achicar los pozos se intoxicaran, además había problemas diarreicos en niños y niñas, y se llegó a la conclusión que era por el consumo del agua de pozos artesianos.
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