La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.

Roberto Morales Ayala

Zona Franca

Pouchoulén traicionó a… Pouchoulén

02/04/2012 08:52 a.m.
Antonio Pouchoulén Cárdenas no es diferente a quienes lo persiguen, ni a quienes lo olvidan. Es en todo caso, un reflejo quejumbroso, taimado, lastimoso de un político en desgracia, caricaturizado por sí mismo, marcado por el miedo y el rencor.
 
Una temporada en la cárcel, perseguido por el grupo en el poder, bajo cargos de desvío de recursos en el dragado del arroyo La Mascachile - entre otras obras-, extrajeron de su interior su otro yo, el yo priista que hoy revela abierta y descaradamente, con argumentos cuestionables y sobradamente cínicos.
 
Pouchoulén se quejó del abandono del Partido Acción Nacional, en el que militó y por el que llegó a ser alcalde de Las Choapas, de 2008 a 2010. Dice que ni le tendió la mano ni le arrojó un salvavidas. Por el contrario, estando en prisión, en el reclusorio de Coatzacoalcos, lo expulsó de sus filas, sin acreditar su culpabilidad ni esperar un veredicto.
 
A modo le cayeron tres diputados del PRI, Marco Antonio Estrada Montiel, Abel Jacobo Velasco Casarrubias y Ricardo Callejas Arroyo, cuya piedad es infinita y con sinceridad celestial le mostraron el otro rostro del priismo, el de la bondad.
 
Con ese cuento pretende Pouchoulén justificar su acercamiento al PRI; su primera aparición pública en el arranque de campaña del candidato tricolor, Noé Hernández, y su convivencia descarada con quienes hasta hace unas semanas eran los causantes de su desgracia.
 
Recordemos el clima de hostigamiento que vivió Antonio Pouchoulén a manos de los priístas durante su gestión como alcalde. Las huestes de Renato Tronco, aleccionadas para generar un clima de ingobernabilidad, apoderadas del palacio municipal y de la voluntad de Antonio Pouchoulén, en un ambiente enrarecido. Y si algo faltara, el embate del fidelismo, que hizo todo para fragmentar la solidez del panismo de Las Choapas.
 
Navegante de la mediocridad, siendo alcalde en funciones, Pouchoulén tuvo en sus manos las pruebas de la corrupción que imperó durante la primera administración de Renato Tronco, pero optó por el encubrimiento; traicionó la confianza de quienes todavía creyeron en él y se convirtió en su cómplice. El latrocinio quedó impune.
 
Recordemos también el día de su aprehensión. Cayó sobre sí el puño del estado, la mano agresora del gobierno duartista que usa la fuerza de la ley como instrumento de control y sometimiento. Ese gobierno priista lo ridiculizó y lo sometió al escarnio de la sociedad, al tiempo que lo acribillaba ante la opinión pública y le colocaba la etiqueta de corrupto.
 
Fingir amnesia es un lugar común entre los políticos. El dia que anunció su salida del PAN y su ingreso al PRI, Antonio Pouchoulén olvidó el agravio.
 
En el punto más cómodo de su aventura, el ex alcalde de Las Choapas quiere endosarle la factura al panismo. Las cosas, sin embargo, no son como parecen. El Partido Acción Nacional, como todos los partidos políticos en este decepcionante sistema político que padecemos, no lo olvidó, sino simplemente le cobró cuentas por no pagar derecho de piso. En todo caso, el que se olvidó de lo que pregonaba, de sus valores políticos y de sus convicciones morales, fue Antonio Pouchoulén.
 
Su extravío es total. Dice que Renato Tronco es su amigo y que ahora lo entiende, pretendiendo olvidar que en sus días de encierro, el alcalde de Las Choapas hurgaba en la herida, se mofaba del encarcelamiento.
 
Su caso es como el de la ex lideresa del PRD en Coatzacoalcos, Gloria Rasgado Corsi. Por años fue atacada por el ex alcalde Marcelo Montiel y terminó aliándose con el montielismo en la campaña de 2010, para llevar a la presidencia municipal a Marcos Theurel Cotero. Algo así como el Sìndrome de Estocolmo, en el que las víctimas terminan adorando a sus verdugos.
 
Pouchoulén no sólo profiere absurdos sino que realiza insensateces. El día que acudió al arranque de campaña del candidato del PRI a diputado federal por el distrito XIV, el petrolero Noé Hernández, protagonizó una escena vergonzosa, vestido con una camiseta roja, incómodo, apestado entre la familia priísta.
 
Sin respetarse a si mismo, tampoco sabe respetar a los demás. Es de los que tienen doble cara y usan doble discurso.
 
El ex alcalde sabe que no las tiene todas consigo, si bien la primera parte de la venganza en su contra por obras realizadas en su primer año de gestiones municipales está plagada de errores y fue ejecutada con abuso de poder, lo que le permitió a su defensa jurídica obtener un amparo federal. Se sabe que los años que siguen le preocupan, y que quien hoy ocupa el gobierno municipal, no actuará con tibieza. Renato lo está esperando.
 
Pouchoulén tiene miedo, es su principal enemigo, es su verdadera cárcel.
 
En la cárcel Pouchoulen relamía sus heridas, quejumbroso decía que no podía hablar de “cosas que sabía”, porque sufriría mayores represalías, pero aseguraba que en libertad se defendería y pondría al descubierto el complot armado en su contra.
 
Lo mismo trinaba contra Fidel Herrera, que contra Javier Duarte, y manifestaba su profundo resentimiento contra Renato Tronco.
 

¿Te ha parecido interesante la columna?

Comentarios

Comparte
La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.