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Juan Ciudadano

Los Gobernados

¿Usos y costumbres? Inches desnaturalizados

04/04/2013 07:35 a.m.

A veces da muina y de las grandes. Y todo por lo que nos está ocurriendo. Mujeres que son cambiadas, así, como objetos o como animales, por tierras o por dinero. O energúmenos que le rompen su mandarina a la esposa porque la llegó a visitar la familia. O hijos malnacidos que golpean a sus padres ancianos.

Pa’ mis pulgas. Se me sube la bilirrubina y me encabrito, como creo que a usted también. Eso de que haya violencia intrafamiliar y de que a la mujer se le agravie su dignidad, pues es de siglos pasados. Pero a estas alturas, cuando el mundo evoluciona, cuando hay tanta defensa de los derechos de la mujer, esto no debe pasar.

Hay zonas rurales, aquí, en Las Choapas, donde se entrega a las mujeres en matrimonio a cambio de un predio, o de ganado, o de dinero. Y lo más pinche es que algunas son casi niñas, de 12 años y a esa edad, cuando todavía no saben ni qué pex, ya esperan bebé.

Algunas son casadas o viven en unión libre con tipos de 40 años o más, porque así lo acuerdan los padres de la niña a cambio de algún beneficio material. Eso es pederastia, porque se obtiene un placer sexual de una menor de edad a cambio de un pago. Y ni se diga el maltrato que luego reciben.

Dicen que son usos y costumbres y que ellos lo ven bien. Qué usos y costumbres ni que mis timbales. Es explotación sexual y el padre o la madre de la menor comete una desgraciadez al ligar a la hija con un personaje mayor a quien la pequeña no ama. Incluso si el marido fuera joven, es igual porque todo parte de una operación comercial donde la mujer es tratada como objeto. Algunas mujeres aceptan esa práctica, pero muchas ya expresan que eso van contra su dignidad.

Hay otros que se sienten machos y se me hace que son macho-menos. Uno de ellos es Miguel Angel Sánchez Güemes, un petrolero de Agua Dulce a quien su esposa denunció por golpearla, sólo porque la señora fue visitada por su familia.

Eso es de cobardes. Le recetó una golpiza y todavía usó el cinturón y la lastimó con la hebilla y hasta con un palo, como si la señora fuera un animal o si hubiera cometido una falta grave, y aún así, nadie tiene derecho a golpear a nadie y menos cuando se trata de la esposa.

Caso aparte son esos malvivientes hijos que golpean a sus padres, y más grave cuando las víctimas son adultos mayores.

Uno de ellos es José Luis Rodríguez Santiago, un vejancón de 35 años, que tiene aterrorizado a su padre, Fidencio Rodríguez García, al que va y le patea la puerta de la casa. Y lo mismo hace el mentado “Chunco”, como le apodan, con todos los vecinos del Playón Sur, donde se quejan de que llega y daña las viviendas. O sea, es un méndigo desadaptado social.

Eso es lo menos delicado, pues antes José Luis Rodríguez agredió a su padre cuando montaba un caballo. Maldito abusivo.

Otro que no tiene perdón de Dios es Félix Montiel Torruco, quien fue denunciado por su padre, Froylán Montiel Córdova, un abuelito de 80 años cuyo pecado parece ser haberle heredado en vida un pedazo de terreno en la colonia Aviación para que ahí viviera el hijo.

Este gusano se la pasa agrediendo a su padre, amenazándolo y hostigándolo.

Pareciera que esto lo extrajimos de la televisión, algo traumático que nos cimbra y nos espanta. Pero ocurre aquí, en Las Choapas y Agua Dulce, con nuestra gente y en nuestro pueblo. Y lo que cala es que nadie hace nada. Somos insensibles como sociedad, individualistas y hasta egoístas.

Si nos pusiéramos las pilas, no habría mujeres denigradas, entregadas en matrimonio u obligadas a vivir en unión libre, como si fueran billete de cambio. Tampoco mujeres golpeadas por machos de dudosa procedencia, que usan la fuerza bruta, que las golpean como si fueran animales. Mucho menos a esos malvivientes que maltratan a sus padres, que los agreden, los hostigan o los amenazan.

Son unos pinches desnaturalizados, que debieran estar tras las rejas porque las niñas, las mujeres y los abuelitos merecen todo nuestro respeto. Y como sociedad debemos protegerlos. Pero ya. Hay que despertar.

(Comentarios y tips a: [email protected])


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