La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.

Roberto Morales Ayala

Zona Franca

Revuelta democrática y repudio al cacicazgo

17/07/2013 08:56 a.m.
No en todo Veracruz se logró una votación ejemplar. En Las Choapas sí. En decenas de municipios las urnas estuvieron vacías. En Las Choapas no. Los choapenses tomaron conciencia, salieron a las calles, emitieron su sufragio y expresaron su repudio al cacicazgo, al tronquismo y a la corrupción.
 
Eso ahí queda. Eso no lo borra nadie.
 
Votó un 48 por ciento del electorado, cifra muy superior al promedio estatal. Casi se venció al abstencionismo; nos quedamos a dos puntos. Pero eso bastó para enfrentar las prácticas fraudulentas, esas que siempre han sido el signo que distingue al PRI.
 
A los choapenses les tocó hacer real la democracia. A Renato Tronco le correspondió robarse la elección, no para sí sino para que su hermano Miguel Ángel sea alcalde y le maquille las irregularidades y corruptelas.
 
Tronco recurrió a lo de siempre, a la compra de votos y a la intimidación de los votantes, al engaño con obras que les hizo creer a muchos en las comunidades rurales que las realizaba la Unión de Ejidos 25 de Abril, pero que en realidad son obras pagadas con recursos públicos. Con esa mentira sorprendió a algunos, pero otros lograron abrir los ojos y le votaron en contra.
 
Renato no logró improvisar ni innovar. Hizo lo mismo de siempre y miles de votos asignados a Miguel Ángel Tronco son totalmente ilegales. Las urnas fueron atestadas de votos que no proceden de la voluntad ciudadana.
 
En eso consistió el fraude. En eso y en las constantes violaciones al Código Electoral, desde las campañas anticipadas, la intimidación a los votantes y el uso de recursos públicos, entre ellas las obras que realiza el ayuntamiento, para promover la imagen de Miguel Ángel Tronco.
 
La respuesta de los ciudadanos, sin embargo, fue ejemplar. Renato se queja de que los priistas lo traicionaron, que los operadores lo traicionaron, que los maestros lo traicionaron, que los petroleros lo traicionaron. Pero el pueblo salió y con sus votos reales, le ganaron una elección que el aprendiz de cacique se quiere robar.
 
Antes y después de la elección del 7 de julio, Las Choapas ha sido testigo de una movilización cívica. Los choapenses hicieron conciencia de que el cacicazgo, o el intento de crear un hegemonía ilegal, debía terminar. Lo expresaron desde antes que las campañas iniciaran, cuando veíamos a maestros, a comerciantes, a jóvenes en las calles, formulando una declaración de rechazo a los caprichos de Renato.
 
Se pudo observar el rechazo al cacicazgo cuando los ciudadanos se armaron de valor y condenaron la arbitrariedad de la policía, el encarcelamiento de gente inocente, los múltiples allanamientos de hogares, la extorsión policíaca.
 
Quienes han sufrido la falta de servicios públicos, la deficiente recolección de basura, el cierre del basurero municipal para reubicarlo cerca de centros poblacionales o de escuelas, saben que el gobierno de Renato Tronco no es digno del pueblo de Las Choapas, que es una vergüenza tener un alcalde así, que atropella a cualquiera porque no tiene ni el más elemental sentido de lo que es gobernar.
 
El día de la jornada electoral, el 7 de julio, los choapenses expresaron el repudio a un cacicazgo que se sostiene con alfileres, a un improvisado que ni es político ni va para allá, que se ha valido del cargo de alcalde para desviar millones de pesos hacia sus negocios y que presume una riqueza a todas luces explicable, pues no es producto de la honestidad.
 
Por eso el domingo de la elección los choapenses salieron a las calles, llegaron a las casillas, emitieron su voto y castigaron al mal gobierno. Y por eso Renato Tronco tuvo que robar votos para que su hermano Miguel Ángel Tronco sea impuesto en la presidencia municipal y se convierta en el conserje del peculado municipal.
 
Tras la elección, lo que Las Choapas ha vivido es la expresión de una revuelta democrática. Ante el fraude electoral, ante la complicidad de los órganos electorales, ante la indiferencia de los consejeros a las quejas e impugnaciones de la oposición, ante la sospecha de sobornos millonarios, el pueblo salió a exigir que la democracia se respete, que se limpie la elección, que los tribunales decidan a favor de la sociedad y que se cumpla cabalmente la ley.
 
Hoy que se ven manifestaciones de jóvenes en las calles, que salen a expresar su rechazo a la imposición de un alcalde que puede ser todo, títere, marioneta o lo que sea, pero menos un político con criterio propio, es evidente que la revuelta democrática está en marcha. Los jóvenes quieren libertad, democracia y que cese la violencia.
 
Los jóvenes no van a favor de un candidato o de un partido. No son seguidores de Marco Antonio Estrada Montiel o de Serafín Roldán Serna. No tienen una identificación ideológica ni inclinación alguna, sino quieren algo mucho más sencillo pero también más valioso: que se respete lo que el pueblo decidió en las urnas con sus votos limpios, no con los votos comprados ni con las prácticas fraudulentas.
 
La movilización ciudadana va más allá de los personajes protagónicos. Tiene mayores fundamentos que el liderazgo de los políticos. Es el sentir de las masas, su hartazgo ante el mal gobierno, un ya basta a la farsa de los políticos que teniendo a su alcance el dinero del pueblo, disponen de él para enriquecerse, o incurren en constantes desatinos, errores garrafales en las acciones de gobierno y en el constante atropello a la ciudadanía.
 
Hoy se sabe que Marco Antonio Estrada Montiel ha vuelto al Congreso de Veracruz, a su curul como diputado, pero no lo hará en la bancada del PRI. Asegura que será diputado independiente y que aún así seguirá en su lucha para impedir que Renato Tronco imponga a su hermano Miguel Ángel como alcalde por la vía del fraude.
 
Es su derecho. Concluida la elección municipal, Estrada es libre de reasumir su espacio en la Legislatura de Veracruz. Nada se lo impide, aunque haya sectores que lo observen como una imprudencia política, que incluso pueda provocar desánimo entre sus seguidores.
 
Marco Estrada sabe que el movimiento popular lo supera. Sabe que fue el motor de este movimiento democrático. Sabe que la impugnación en los órganos electorales ya está en marcha y que es el PRD el que lo hará valer en los tribunales.
 
Estrada Montiel sabe que si se anula la elección habrá un proceso extraordinario y que podría ser él el candidato del PRD, o quizá integrarse una planilla de facto con el PAN para enfrentar la nueva elección.
 
Pero mientras ello ocurre, la elección ha dejado un mensaje claro: la sociedad repudió el cacicazgo. Con una afluencia de votantes del 48 por ciento, una de las más altas de Veracruz, se pudo enfrentar al cacicazgo de Renato Tronco y se le venció en las urnas, más allá de las prácticas fraudulentas que tendrán que ser desterradas si el Tribunal Electoral Estatal o el TRIFE se apegan a la ley.
 
Hoy lo que vive Las Choapas es una revuelta democrática, la voluntad de la sociedad de cambiar y el castigo a quien ejerció el poder, Renato Tronco, para su provecho personal.
 

¿Te ha parecido interesante la columna?

Comentarios

Comparte
La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.