La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.

Roberto Morales Ayala

Zona Franca

Mano negra en la UV

26/08/2013 10:10 a.m.

El dilema hoy no es cómo mejorar la Universidad Veracruzana, cómo elevar su nivel académico, como impulsar la investigación, cómo incrementar su matrícula o a quién designar como nuevo rector, sino cómo contaminarla, usarla, controlarla, desprestigiarla y finalmente matarla. Eso es lo que los políticos se traen entre manos.
 
La UV es motivo de orgullo para muchos, si no es que para todos los veracruzanos. Representa el recinto de la cultura y de la formación académica de miles de ciudadanos, el espacio de reflexión y crítica, el mundo de las luces y las grandes expresiones del hombre. Su prestigio, hasta ahora, la tiene en el pedestal de las universidades nacionales.
 
Pero no todos la ven así. Los políticos, no de ahora sino de siempre, la conciben como venero de porros y cantera de pelafustanes que arriban a los partidos y a los gobiernos para salvaguardar sus intereses en los espacios de poder. Luego se les ve de regidores, funcionarios, alcaldes, diputados y hasta gobernadores. Ven a la UV como un instrumento de sus ambiciones.
 
Una muestra de esa visión distorsionada de la Universidad Veracruzana, es el proceso de elección del nuevo rector. Termina el ciclo de Raúl Arias Lovillo y se ha desatado una lucha intestina entre quienes aspiran a imponer al sucesor, figura clave en el manejo de la máxima casa de estudios de Veracruz, pero sobre todo en la influencia que puede tener, o no, el gobernador y los grupos de poder.
 
Arias Lovillo no ha sido una lumbrera ni un humanista de altos vuelos. Cuando pudo, usó a la UV como una comparsa del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y después del gobernador actual, Javier Duarte de Ochoa. Pero aún así, su actuación no fue del todo mala.
 
Su relevo parecía ir en torno al regreso de Víctor Arredondo Álvarez, cuya rectoría había sido ampliamente cuestionada por la falta de crecimiento de la UV y lo único que salvaba su gestión fue la creación de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información, la USBI, que es uno de los grandes logros universitarios. Fuera de ello, a Arredondo se le acusó de todo, incluso de adicciones y un gusto irrefrenable por las féminas, entre ellas una que otra del sur de Veracruz.
 
Sobre Arredondo se armó una polémica artificial sobre si debía relevar a Arias Lovillo, de quien había sido su antecesor. Se le ubicaba como el recomendado del gobernador Duarte y eso sacudió las estructuras universitarias y a la opinión pública porque significaba una vuelta al pasado.
 
Por meses, un sector de la prensa se dedicó a difundir la información amañada que emitían las corrientes fidelistas para mantener latente el nombre de Víctor Arredondo, y al ex rector se le instaba a muestrearse para reforzar su candidatura.
 
Arredondo no era en realidad un candidato popular; era más bien un candidato pantalla. Carente de posibilidades, fue usado para distraer, para tensar los ánimos, para polarizar a la familia universitaria. Esa fue la primera fase del operativo fidelista.
 
Lo insólito del asunto fue que las filtraciones de información hacían ver a Arias Lovillo como el impulsor de la candidatura de Víctor Arredondo. La perversa versión sembraba así una semilla envenenada: si a alguien había que reclamar, sería al rector Arias Lovillo.
 
Cuando llegó el día crucial, la Junta de Gobierno de la UV dio a conocer la lista de aspirantes que contendería por la rectoría. No apareció Víctor Arredondo. La reacción, perfectamente calculada, le dio pauta al porrismo fidelista para usar la exclusión como pretexto para generar acciones golpistas.
 
El día que Arias Lovillo rendiría su último informe como rector, un grupo de “estudiantes” encapuchados prácticamente secuestró al Consejo Universitario, saboteó el evento, impidió la realización de los eventos culturales alusivos al informe y éste debió realizarse en la Facultad de Contaduría de la UV, en Xalapa.
 
Las acciones violentas han ido aparejadas del asalto legaloide. Los porros fidelistas piden que la Junta de Gobierno sea desconocida por tener entre sus miembros al ex rector de la UNAM, José Sarukhán Kermez, a quien responsabilizan de haber vetado a Víctor Arredondo, lo que no es más que un ardid para generar el caos.
 
Para efectos del proyecto fidelista, Víctor Arredondo no representa más que una candidatura sacrificable. Arredondo, con conocimiento de causa o sin ella, es sólo una pieza en el juego del tapado que tanto gusta a Fidel Herrera.
 
A falta de Arredondo, tanto Fidel Herrera como Javier Duarte tienen sus propios candidatos. Uno de ellos, según la analistas y observadores del conflicto universitario, es Manlio Fabio Casarín León, actual director de la Facultad de Derecho de la UV, al que no se le regatea prestigio pero cuyas ligas políticas ya lo han convertido en blanco de sospechas.
 
Casarín León es amigo y protegido del secretario de Gobierno de Veracruz, Erick Lagos Hernández, el nuevo títere de Fidel Herrera en la administración duartista y a quien ya insertó en la próxima sucesión por la gubernatura, pese a la fama de mercenario que distingue a su pupilo.
 
Contra lo que pudiera suponerse, Casarín León llegaría a la rectoría no para servir a los universitarios sino como parte de un asalto del fidelismo a la Universidad Veracruzana.
 
Para políticos como Fidel Herrera, viejo echeverrista, dinosaurio del PRI, la Universidad Veracruzana representa un espacio de oportunidad con fines de lucro. Los encanta el control que pueden ejercer sobre el estudiantado, el deseo de silenciar las voces críticas y alentar las que puedan servir a su interés político. De ahí los rasgos de porrismo que se suponían superados y que hoy vuelven a aparecer en escena con el pretexto del cambio de rector.
 
Fidel Herrera pertenece a la generación de priistas que vieron desde la barrera el despertar de otros jóvenes universitarios durante el movimiento estudiantil de 1968 y la efervescencia que culminó el Jueves de Corpus, en 1971, cuando su mentor, Luis Echeverría, los reprimió de manera criminal. Fidel, en ese año se titulaba como abogado, egresado justamente de la UNAM, aunque él en el ala gobiernista.
 
La UV no le agrada a Fidel como espacio de expresión plural y diálogo, menos aún como generador de voces que han venido cuestionando su paso por el gobierno veracruzano, la gigantesca deuda que heredó y los grandes rezagos. La UV es, para Fidel Herrera, una piedra en el zapato.
 
Quizá por ello ese afán de impulsar, a través de Javier Duarte, la Universidad Autónoma Popular de Veracruz, un engaño institucional, sin instalaciones propias, ofertando carreras a mansalva y maestrías hasta en ciencias ocultas, y ya igualando en matrícula a la UV, sólo que ésta con un costo mensual, lo que representa un negociazo en el que tienen las manos metidas priistas como Guillermo Zúñiga Martínez y el ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, actual “asesor” de Javier Duarte.
 
La intención es obvia. El proyecto fidelista es controlar a la UV y cuando sea necesario, matarla. De lo que se trata es de cancelar las opciones críticas, acabar con los académicos que revelan que el gobierno fidelista fue un desastre, que mintió en las cifras de la deuda de Veracruz, la herencia nefasta de Fidel Herrera, evitar que los universitarios salgan a las calles y protesten frente a palacio y que observen y adviertan que Javier Duarte hará un papel más desastroso.
 
La UV es un gran obstáculo y hoy hay que imponer un nuevo rector. Mañana, reavivar el porrismo, generar las condiciones de deterioro moral y finalmente extinguirla. Al fin que para sustituirla ya tienen a la UPAV.
 
Por eso gran parte de los universitarios alertan que es el momento de cerrar filas e impedir su destrucción. Y esa es tarea de todos, universitarios y no universitarios. Es tarea de todos.

([email protected])(@moralesrobert)


 


¿Te ha parecido interesante la columna?

Comentarios

Comparte
La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.