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Roberto Morales Ayala

Zona Franca

¡Maestros patito, salvad a Callejas!

04/10/2013 10:45 a.m.

Lastimosamente, hoy se puede ver a Juan Nicolás Callejas despeñarse del pedestal en que se mantuvo a lo largo de 30 años y usar a maestros patito para denostar al Movimiento Magisterial Veracruzano y aminorar en algo su estrepitosa caída.

El patriarca de la corrupta Sección 32 va en picada, rebasado por las bases, por su gremio en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y al borde de enfrentar a la justicia, pues nadie se explica que con un salario de maestro se haya hecho de una inmensa fortuna, y con un lugar de privilegio en el círculo cercano al gobernador en turno se haya comprado una amplia cuota de impunidad.

Callejas Arroyo se observa aniquilado. Habla con sus afiliados pero lo ignoran. Les lanza amenazas y lo encaran. Muestra el músculo, convoca a una granconcentración de maestros y no hay quien lo siga. Cada paso es un descalabro que exhibe la decadencia de su poder.

Todo el imperio de corrupción, en el que el tráfico de influencias, contratos con el gobierno y de plazas magisteriales era pan nuestro de cada día, se desmorona. La riqueza inexplicable del cacique es una de las palancas del discurso de los maestros disidentes que no dudan en acusarlo de haberse robado los recursos del SNTE y de lograr negocios gracias a la benevolencia de gobernadores y alcaldes de Veracruz.

Los líderes así siempre terminan mal. El imperio es de cristal, tan frágil que hasta con el canto de un pájaro se quiebra. Los cortesanos son serviles pero no leales y esperan la debilidad del rey para flagelarlo, para diezmarlo, para restarle todo indicio de vida y para cincelarle el epitafio mortal en una lápida condenada al olvido: “aquí yace el cacique que no tendrá la gloria eterna”.

Las horas están contadas para Juan Nicolás. A él, que vivió los sacrificios de sus alter ego, le toca ver cómo cavan su tumba política. Los ve armados de valor a partir de una reacción virulenta por la reforma educativa y la exigencia de que sus derechos laborales sean respetados, que sí se haga la evaluación de aptitudes y conocimientos, pero que no sean pretexto para afectarles trabajo, antigüedad y prebendas.

Juan Nicolás Callejas Arroyo ha expresado que no son muchos los que están en rebeldía, los que tomaron planteles escolares y los que se han movilizado. Valiente consuelo pues con esa minoría se ha desquiciado el sistema educativo veracruzano; se ha alterado la vida de los escolares y de sus padres, muchos teniendo que inscribirlos en colegios particulares para evitar que se rezaguen; han sido bloqueadas calles, autopistas, accesos a ciudades, oficinas de gobierno, y se han lanzado condenas al gobernador Javier Duarte, al Presidente Peña Nieto y por supuesto, al cacique magisterial que ya demostró que no controla ni a sus nietos.

El líder Callejas también ha exhibido falta de habilidad para enfrentar el conflicto. Primero acusó desinformación provocada por células de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, provenientes de Oaxaca, que esgrimían la versión de que la reforma educativa acabará con las conquistas sindicales y echará a gran parte del magisterio a la calle. Después, cuando vio que la retórica no funcionaba, envió a sus operadores a conminar a los maestros paristas a volver a clases o enfrentar las sanciones que aplicaría la Secretaría de Educación en Veracruz.

Algunos se dejaron intimidar, pero aunque volvieron a clases ya no respetan el liderazgo cuestionado de Juan Nicolás. Están en los salones pero no dan clases. Entonces aplicó la mano dura. Organizó acallejistas que han intentado echar a los disidentes y liberar los planteles escolares. Ha llegado a usar a los padres de familia, que están urgidos de que el conflicto magisterial concluya y que los niños vuelvan a los libros, para enfrentar a los maestros rebeldes.

Querer sacar a los maestros paristas a base de presión, es contraproducente. Coloca al sistema educativo en un ambiente de violencia, de confrontación, de polarización. Callejas se coloca a sí mismo como un líder que impone porque carece de capacidad para hallar soluciones negociadas, y eso ha incrementado el repudio a su liderazgo.

Callejas Arroyo y el callejismo enfrentan una crisis interna. Lejos de aminorar el rechazo, intentan amainar el vendaval con más ventarrones.

La última del cacique es el uso de falsos maestros para desacreditar al grupo disidente. Así lo exhibe el portal plumaslibres.com.mx, cuya nota, fechada el miércoles 3 de octubre, es la siguiente:

“Veracruz, Ver.- Haciéndose pasar por maestros, un par de personas arribó este día al Puerto y en conferencia de prensa dijeron que el Movimiento Magisterial Veracruzano carece de elementos para la lucha, y que mejor irán por la vía de los amparos y el regresar a clases.

“Jorge Arellano Higareda y Rubí Corona Cortés, ambos diciendo ser parte del Comité de Lucha Magisterial de Alto Lucero, llegaron hoy al café para decir que la toma de las ‘carreteras es un infantilismo’.

“Los dos maestros, que no dijeron de que escuela vienen, mucho menos, mostraron credenciales, atacaron a los profesores que están en pie de lucha, y advirtieron que ‘habrá despidos para quienes sigan así’.

“Si siguen las tomas de carreteras, dijo el presunto maestro Jorge Arellano Higareda, ‘sería un pretexto para el gobierno para aplicarnos toda la ley. Planteamos regresar a clases para evitar estos despidos y encarcelamientos. El tema (es) hacer un profundo análisis y reflexión. Ya estamos planteando a que se incorporen muchos de los compañeros’.

“Cabe resaltar que al buscar las cédulas profesionales que, como maestros que dicen ser, en el Registro Nacional de Profesionistashttp://www.cedulaprofesional.sep.gob.mx, de la SEP, estas personas no aparecen.

“En las mesas del café se comentó que eran un par de enviados de parte del Gobierno de Veracruz para desprestigiar al movimiento magisterial y sorprender a uno que otro reportero despistado del Café de La Parroquia del Malecón.

“Cabe mencionar que no es la primera vez que los maestros en lucha denuncian intromisiones de este tipo por parte del gobierno de Veracruz en intentos por desestabilizarlo. En las marchas también se han dado reportes de que los mentores son infiltrados por sujetos que buscan cometer actos de violencia”.

Le falla la imaginación a Juan Nicolás Callejas. Usar maestros patito que conminen a regresar a clases y evitar la toma de carreteras porque “es un infantilismo”, es una burda manera de generar una corriente de opinión pública contra uno de los actores del conflicto, el Movimiento Magisterial Veracruzano, y eso va terminar radicalizando a sus opositores.

Lo peor es contratar personajes que ni siquiera fueron capaces de mostrar credenciales que acreditaran que son maestros; que no aparecen en la base de datos del personal de la Secretaría de Educación Pública; que se ostentan como enemigos de la reforma educativa porque supuestamente la lucha hay que darla en el terreno jurídico y no en las calles ni suspendiendo clases, pero cuyo único objetivo es desacreditar a la disidencia.

El agotamiento mental de Callejas Arroyo está a la vista. Sus métodos para sostenerse en el poder lo llevan de la amenaza a la violencia en los planteles escolares y ahora a la manipulación de las masas. Su problema es que ha resultado un fracaso en todo. No hay quien le crea y se ha generado el sentimiento de que el cacique ya debe retirarse por inservible.

Por lo pronto, los maestros patito gritan con brío: ¡Hay que salvar a Callejas!

([email protected])(@moralesrobert)


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