​En un caso inédito en las elecciones estatales de Veracruz, este jueves el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el apoyo de sus aliados AVE, PVEM, Nueva Alianza y Partido Cardenista, pidió el voto por voto en los 30 distritos electorales; a su vez, Morena solicitó lo mismo, bajo el argumento de dar certeza y legalidad a los comicios, en los que prevén irregularidades que permitan una posible anulación del proceso electoral, sobre todo porque en el computo que se lleva a cabo, el PAN-PRD se mantiene en el primer lugar para obtener su constancia de mayoría a la Gubernatura del Estado.

Para muchos, Duarte y el PRI, apoyaron a Morena y su candidato, para restarle intención de voto al candidato del PAN-PRD. Sin embargo, cuando las encuestas reales, que no son las que difundían con el cuento de que su candidato iba hasta arriba, les advirtieron que Cuitláhuac García Jiménez, los rebasaba, mandándolos a un tercer lugar, la alarma se encendió.

Entonces, sometieron al candidato de Morena, Cuitláhuac García Jiménez, a una intensa campaña de descalificación, asegurando que se reunía en Casa Veracruz con el gobernador del estado Javier Duarte de Ochoa, aseverando que de esas reuniones, el candidato de Morena, salía con “sobrepeso”, insinuando, dejando correr la versión, que salía cargado con costales de dinero, producto de sombrías componendas con el déspota del Palacio. 

Tímidamente, Cuitláhuac, exigió pruebas a lo dicho por el ex candidato a gobernador de la coalición encabezada por el PRI, Héctor Yunes Landa, pero no hubo respuesta, no era necesaria, porque ya lo habían bañado de lodo. 

La encuesta del 5 de junio, puso a cada quien en su lugar. Y el PRI, ante el adverso resultado, ha puesto en marcha lo que sería su plan B, reventar la elección.

En ese contexto, Cuitláhuac García Jiménez, se ha convertido en comparsa de la feroz estrategia de confusión mediática lanzada por la dirigencia priista y el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Contaminando con especulaciones el clima en el que se desarrolla el cómputo electoral.

Hasta las 19: 00 horas del jueves, después de una ampliación de 12 horas para realizar los conteos distritales, quedaban sólo dos distritos (Córdoba y Tantoyuca) en los que se contaban voto por voto, casilla por casilla (como la frase que acuñó Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciables) para concluir el recuento total de votos en la elección a Gobernador. 

Mientras que en los 28 distritos electorales restantes sólo se realizaba un conteo parcial. 

De los hallazgos en este recuento, el OPLE (Organismo Público Local Electoral) dio a conocer los siguientes datos: en el distrito de Zongolica hubo más de 4 mil votos nulos, una cifra histórica en Veracruz, en donde 3 mil 963 boletas anulados corresponden a la elección a Gobernador y 5 mil 220 votos nulos fueron de la elección a diputados.

En el distrito 29  de Coatzacoalcos Urbano, el recuento de votos a Gobernador colocó a Morena, con su candidato Cuitláhuac García Jiménez, en primer lugar con 5 mil sufragios más, obteniendo un total de 55 mil 836 votos; en segundo lugar, se quedó el candidato del PRI, Héctor Yunes Landa, con 15 mil 437 votos y en tercer lugar, el candidato del PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, con 12 mil 340 votos.

En el distrito de Zongolica, el PAN fue sumando más votos,  353 votos más para la alianza PAN-PRD. En el distrito de Emiliano Zapata, sumaron 2 mil 176 votos al obtenido inicialmente, y en Huatusco, rescataron mil 458 votos más.

En este recuento total, para la elección de Gobernador se revisaron 4 mil 164 paquetes electorales, y para la elección correspondiente a Diputados locales, 5 mil 291 paquetes, los dirigentes que integran la alianza PAN-PRD aseguraron que el conteo les resulta favorecedor, pues han obtenido más votos, situación que incluso llevaría al PRI a quedarse con menos diputaciones locales de las 8 que obtuvieron por representación proporcional.

Por parte del PRI, la estrategia electoral encabezada mediáticamente por su presidente estatal Amadeo Flores Espinosa, busca sumar 100 mil votos nulos que reclama a su favor.

Mientras que Morena, a través del dirigente estatal Manuel Huerta Ladrón de Guevara, anunció que la posibilidad de impugnar la elección de Gobernador es real, pues “según el artículo 398 de la Ley Electoral de Veracruz, las elecciones serán nulas porque existen cómputos dolosos que afectan los designios de la Constitución en términos de certidumbre, certeza, equidad y demás”.

Lo que no sigue cuadrando para alguien que haya dado seguimiento a este proceso electoral, es el cambio repentino, del discurso a la acción, del abanderado del PRI a la Gubernatura, Héctor Yunes Landa, quien apenas el lunes aceptó que los resultados del PREP no le favorecían, y luego a través de Amadeo Flores Espinosa, el PRI regresó con la defensa electoral al estilo “pejista” al demandar abrir el 100 por ciento de los paquetes electorales de los 30 distritos veracruzanos.

A pesar de que el consejero presidente del OPLE, José Alejandro Bonilla Bonilla, asegura que no hay riesgo de que se anule la elección de gobernador, y sólo se espere a que los números de los cómputos coincidan, los panistas principalmente han puesto en evidencia una estrategia del PRI, a través del ex secretario de Trabajo, Gabriel Deantes Ramos, que en complicidad con un funcionario del INE (presuntamente Antonio Manjarrez Valle, jefe de los capacitadores asistentes electorales) para intentar reventar la elección a través de la fabricación de irregularidades.

Las mismas irregularidades, anomalías, a las que alude el presidente estatal de Morena que abra paso jurídicamente a la anulación de la elección.

Los expertos priistas en elecciones por primera vez se dicen robados, pero en la pelea no están solos, están con Morena. Y lo que falta por ver… ​