​¿Usted le entiende? Yo no. El goberts Javier Duarte se la pasó negando todo el sexenio que en Veracruz hubiera autodefensas y ahora dice que hay veces que la gente debe armarse y actuar cuando la autoridad no acude en su auxilio de inmediato.

O sea, ¿qué pedo, güey?

El asunto lo expone a partir de lo ocurrido en Uxpanapa, cuando la gente sacó las carabinas y las pistolas por el secuestro de una señora y su hija. Persiguió y mantuvo a raya a los secuestradores. Mató a cuatro de ellos y cuando llegó la policía, ésta remató a otros dos.

La primera versión de los hechos decía que los pobladores salieron en busca de los secuestradores. Se armó la balacera, liberaron a las víctimas y al proseguir la persecución por parte de la Fuerza Civil mandaron al otro patio a seis de los plagiarios.

Varios sujetos llegaron hasta un domicilio en La Chinantla, de donde sacaron a la señora y a su hija menor de edad. Al saber del hecho, familiares y amigos se avocaron a perseguirlos y acosarlos.

De acuerdo con la versión difundida por la Secretaría de Seguridad Pública, a bordo de varios vehículos llegaron los plagiarios a territorio de Minatitlán donde personal del C-4 ya había transmitido la información del secuestro. Se implementó un operativo de seguridad por parte de la Secretaría de Seguridad Pública y la Fuerza Civil con el objetivo de rescatar a las víctimas y capturar a los delincuentes.

Cerca de un puente, en el camino que conduce al área rural de Minatitlán, se produjo el primer enfrentamiento. Los secuestradores, al verse acorralados y mermada su capacidad de ataque, decidieron huir dejando libres a las dos mujeres.

Para escapar se internaron entre el monte. Sin embargo, la Policía Estatal y Fuerza Civil les dieron alcance y ahí se produjo un segundo y definitivo enfrentamiento.

Esa fue la primera versión. La segunda proviene de los pobladores de Uxpanapa, que refutan lo que afirma el gobierno de Veracruz.

La persecución, detención y muerte de los plagiarios habría sido obra de los vecinos de La Chinantla. Ellos, armados y conociendo el territorio por el que se desplazaban, lograron darles alcance, forzando a que dejaran en libertad a las mujeres secuestradas.

Los siguieron y en un segundo enfrentamiento habrían matado a cuatro delincuentes. Otros dos quedaron vivos. Cuando llegó la policía estatal y la Fuerza Civil, les habrían dado muerte a los que permanecían con vida.

De ser así, hay dos escenarios relevantes: un grupo de autodefensa habría tomado la justicia por mano propia y los elementos de Seguridad Pública habrían sido los autores de la muerte de los últimos plagiarios. ¿Acaso una ejecución sumaria?

El grupo de autodefensa se denomina Fuerza Armada Rural, opera en Uxpanapa y estaría reconociendo la ejecución de seis ratas tras el secuestro de las dos mujeres, madre e hija.

Según información del portal Contacto Informativo, “de aquí se le llamó a la policía para que viniera a recoger los cuerpos y tardaron en llegar”. 

Sostienen los integrantes de la Fuerza Armada Rural que “no fue la policía, ellos nunca hubieran llegado a tiempo”.

En resumen, la autodefensa fue quien acabó con el grupo de secuestradores, no la policía de Veracruz. Y suponiendo que la primera versión es real, los pobladores mataron a cuatro delincuentes y a los otros dos los ejecutó la Fuerza Civil, que es la policía de élite de Seguridad Pública.

Menudo lío para el goberts Javier Duarte. Como se ve, es un dilema. Si la población se está armando para defenderse, es evidente que el gobierno ha sido rebasado. Y si la Fuerza Civil llegó y ejecutó a dos secuestradores, se trata de un delito gravísimo como en el caso de los militares de Tlatlaya.

Por eso sale Javier Duarte conque “hay circunstancias que orillan a la sociedad a actuar cuando no hay autoridad inmediata” y excusó la portación de armas entre la población en casos como el de Uxpanapa.

“Más allá que haya gente armada con carabinas, lo que sí es que lo primero que hicieron fue llamarle a la autoridad. Hay circunstancias que orillan a la sociedad a actuar cuando no hay una autoridad inmediata a hacerlo; la población reaccionó, la gente no quiso hacer justicia por su propia mano, llegaron a darle seguimiento y regresaron a su casa en paz”, dijo el goberts.

Me queda claro que Javier Duarte está reconociendo la existencia de una autodefensa que suple a la autoridad. Y me queda claro que el gobernador está justificando que los particulares porten armas.

El que no opina así es el diputado del PRI, Edgar Díaz, presidente de la Comisión de Agricultura del Congreso local, quien ninguna situación de inseguridad es motivo para que ganadores y agricultores compren armas como medida de protección.

Ta cañón. Si a los secuestradores los mataron los pobladores, hay delito. Si a los últimos secuestradores los ejecutó la Fuerza Civil, también hay delito.

Y nuestro goberts, la verdá, ya no sabe qué hacer ni qué decir.

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