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Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

El PRI: fallas, errores, omisiones…

14/07/2010 09:40 p.m.
Si bien el priismo ha retenido la gubernatura del estado y la mayoría en el Congreso local, a la de ya, con la frialdad a que obligan las circunstancias como la de haber perdido 128 alcaldías, debieran los tricolores  realizar un análisis a conciencia de qué falló o qué errores se cometieron o qué se dejó de hacer o que se hizo mal, más allá del expediente más fácil de hablar de “traidores” y de hallarlos a modo según sólo la simple sospecha pero sin ninguna prueba o la inquina contra alguien.

Me pregunto si no tuvo razón la madre del dirigente estatal del tricolor Jorge Carvallo Delfín cuando durante un desayuno  con señoras de clase social acomodada que viven en Xalapa, en el salón Ghal, que organizó la secretaria general del Comité Directivo Estatal priista, Carla Rodríguez Gómez, encaró a la entonces candidata a la presidencia municipal Elizabeth Morales García porque en su propaganda y en su publicidad no aparecía el logotipo del PRI (si lo llevaba, señora, pero era milimétrico y en algunos casos sólo se podía distinguir con lupa, por eso no lo vio; como si se avergonzara de su partido; como si sólo le interesara su persona y nada y nadie más). Digo que a lo mejor la señora tuvo razón sustentado  en el voto diferenciado que fue muy alto para la ahora presidenta municipal electa mientras que el candidato a gobernador perdió en el municipio estrepitosamente cuando se esperaba que ella le allegara por lo menos cien mil votos.

También me pregunto si la señora –a lo mejor ella debió haber sido la presidenta estatal del PRI por su amor a la camiseta, la garra que me dicen que tiene además de que quienes la conocen muy bien la califican como mordaz e inteligente– no tuvo razón cuando un día al encontrarse en un restaurante de Xalapa con el entonces candidato a diputado local Américo Zúñiga Martínez, al saludarla éste en forma muy tibia ella de inmediato le reprochó eso, que fuera muy tibio, y le dijo que se mostrara fuerte, decidido, arrojado, cómo debía corresponder a alguien que andaba en busca de la preferencia ciudadana y en una batalla electoral de tal magnitud.

En el área de prensa, ¡ah el área de prensa! Hablo de mi caso personal. En mi poca experiencia en estos trotes  de periodismo político, debo confesar que todavía estoy sorprendido por el manejo que en su momento tuvo el entonces precandidato Gerardo Buganza Salmerón. Correos electrónicos, imágenes, facebook, twitter, utilizó de todo para abrumarme de información, y por twitter me enteraba de cada paso que daba, dónde estaba, hacía dónde iba, etc. La verdad, cuando se retiró o lo retiraron lo extrañé. Luego, un buen día los candidatos no sólo priistas sino de la oposición a las gubernaturas de Oaxaca, Puebla e Hidalgo, también me empezaron a saturar de información de sus respectivas campañas y encuestas y ahora aprovecho para agradecer a sus responsables de prensa por el interés que dieron a mi columna

Del candidato priista de Veracruz, hasta la fecha no he recibido una sola línea, una sola, sobre sus actividades de lo que hizo en su precampaña y menos en la campaña y de lo que hace ahora. Yo pasé varias veces por la coordinación de prensa y propaganda del CDE del PRI y participé en varias campañas a la gubernatura y no dejé de enviar información a  los periódicos menos  a los columnistas, porque sé que tienen su sector de lectores y hacen opinión, ni dejé de estar chinchando a todo mundo vía telefónica, y cuando se podía lo hacía de manera directa y personal. En el propósito de lograr éxito busqué, cabildee  hasta con quienes no me querían o no comulgaban con la causa para la que trabajaba, y creo que algo obtuve.

Varias veces durante el desarrollo de la campaña, colegas, compañeros míos de años, de varias partes del estado, me llamaron para decirme que simpatizaban con la causa tricolor pero que nadie les decía nada, ni los buscaban, ni les hablaban por teléfono, mientras que del otro lado personalmente el interesado practicaba con ellos el cultivo yucateco, los chocholeaba, estaba pendiente de la información y cuando podía les enviaba a alguna persona que los llegaba a ver con algunos “saludos” de su parte.

A lo mejor haya nuevos manuales de información para propaganda en campañas políticas que aconsejen la exclusión o que sólo se atienda a unos cuantos y yo ya me quedé obsoleto; o bien se trató sólo de mi caso y por alguna razón, porque alguien no me quiere o porque no consideran de interés mi columna, ni por equivocación me lanzaron un piropo. Nunca supe si fue descuido, falta de interés o valemadrismo o las tres cosas juntas. Si yo necesito pido, con respeto, dando las gracias y si es posible con humildad, que acaso esta última fue la que faltó y en cambio sobró la soberbia de saberse con muchos puntos de ventaja de acuerdo a las encuestas.

Fríamente tiene que reconocerse que el panismo hizo lo suyo y por  el número de votos y alcaldías que alcanzaron se tiene que concluir que les resultó, pero es indudable que algo o muchas cosas no se hicieron bien en el campamento tricolor o de parte de los propios candidatos.

Líneas arriba decía yo que se habla de traidores pero pienso si no se tendrá que revisar si es que los candidatos eran realmente los idóneos y además si hicieron bien su trabajo o si se confiaron en el éxito de la imagen de su líder natural el gobernador del estado.

Claro, también se tienen que considerar las bolsas llenas, repletas de dinero, que enviaron de la Federación para apoyar a sus candidatos, a un candidato en especial, cuya partida mayor llegó vía aérea por varios aeropuertos del estado apenas unos cuantos días antes del 4 de julio.

El priismo tiene que hacer su revisión si es que no quiere perder más terreno, y lo tiene que hacer en serio porque mientras que por testimonios directos me entero que algunos operadores tricolores en campañas municipales, distritales  y la general para el gobierno del estado se están tomando un descanso luego de la jornada del 4 de julio, en el panismo o neopanismo, no han parado y se han seguido de frente con miras a lo que viene, y por testimonios también dignos de crédito me entero que, por ejemplo, el propio y nuevo jefe de los blanquiazules desde ya está comunicándose vía telefónica con personajes destacados del estado para enamorarlos –“apuéstale a este lado”, es su frase favorita, que está utilizando ahora– , algo que no se le puede reprochar porque está haciendo lo suyo.

Ahora más que nunca vale aquello de que camarón que se duerma se lo va a llevar la corriente y Fidel Herrera Beltrán ha sido ya muy claro y contundente: él ya cumplió.
 
 

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