¿La ciudad de Xalapa, el estado de Veracruz, un paraíso de seguridad? Sí. Afortunadamente sí. Esto lo dijeron, lo repitieron en especial, una y otra vez, vecinos de Ciudad Juárez, Chihuahua, que vinieron el pasado fin de semana a esta capital para asistir a la VII Convención Anual de Familias Anónimas, una ejemplar organización que ayuda a familias víctimas de la desesperación por la conducta destructiva de familiares que han caído en las drogas o el alcohol o sufren de problemas emocionales.

Lamentablemente con poca o nula difusión por parte de los medios informativos, los días 22, 23 y 24, personas que viven problemas por las causas antes mencionadas sesionaron en el auditorio Francisco Pérez Ríos de Xalapa y ahí, sobre todo los que vinieron de Chihuahua, Sinaloa y el Distrito Federal (había de otros estados como Puebla, Querétaro, etc.), no pudieron contenerse y compararon a nuestra capital con un paraíso y se dijeron enamorados de la ciudad. Expresaron que por lo que estaban viviendo, la Atenas Veracruzana era el reflejo del buen clima de seguridad que se vive en el estado y los juarenses dijeron entender mejor ahora porqué muchos de los que aquí fueron bautizados como “juarochos” decidieron regresarse luego de vivir muchos años allá donde habían rehecho sus vidas y formado sus familias.

Las personas provenientes de Chihuahua, en especial las de Ciudad Juárez, cuánto más valoraron el clima de paz social y seguridad pública que gozamos cuando aquí se enteraron de la enésima masacre de jóvenes (ahora fueron 14 y hay 19 heridos, muchos de ellos graves) ocurrida en aquella fronteriza ciudad la noche del viernes. Por más que alguien les quiso decir que en Veracruz también había problemas, le respondieron que no tenía idea de lo que estaba diciendo y se lamentaron no poder vivir en una ciudad como Xalapa o en el estado.

Creo que sólo cuando se escuchan testimonios como esos es cuando más se valora lo que, en efecto, tenemos de bueno aquí, por más que se cuestione a las autoridades de seguridad pública. Y pienso que eso debe servir para que los ciudadanos nos mantengamos unidos pero también en torno a las autoridades, para evitar que algún día nos alcance la descomposición social debido a la inseguridad como se vive en otras entidades del país.

Al respecto, no se debe regatear ningún reconocimiento al gobernador Fidel Herrera Beltrán pues dígase lo que se diga, aquí –y eso lo resaltaban los juarenses– podemos salir a la calle con nuestras familias sin ningún temor a vernos atrapados en una balacera, a ser víctimas en nuestro propio hogar de grupos de sicarios, a ser secuestrados o “levantados” o a que nuestras mujeres sea víctimas de violaciones, y hay que tocar madera para que nunca suceda algo así en el estado y menos que sea el clima habitual.

Sobre Familias Anónimas, no puedo dejar de hacer el más amplio reconocimiento a su impulsor, el doctor Jorge Sánchez Mejorada, así como al grupo de profesionales y personas altruistas que lo rodean, quienes han constituido sedes de apoyo, en Xalapa el Grupo “Casa Nueva”, en  20 de Noviembre Oriente 571 casa 2 (en CAXA), y el Grupo Renacer, en Altamirano y Betancourt (sede de Caritas); en la carretera a Jilotepec el Grupo “Aprendiendo a Volar” (Iglesia de Piedra de Agua) y en el puerto de Veracruz el Grupo Veracruz en el Hospital Regional.

Y mi reconocimiento también para los profesionales que dieron charlas, orientación, ayuda, durante los tres días de los trabajos: Francisco González Huebe, José Reyes Orozco, doctor Rafael Velasco Fernández (toda una eminencia y siempre con su mística de servicio desinteresado y su gran sentido social), los psicólogos Rosa María Márquez González, Armando Paredes Sánchez, Indra Olavarrieta Marenco, Lourdes Rueda Cantú, Sergio Mayoral Barranca y Alejandra Márquez Ramírez, la licenciada Patricia Herrera Gil y los doctores Ricardo Nanni Alvarado , Elías Errasquin Cadena y el propio doctor Jorge Sánchez Mejorada.

Tampoco puedo dejar de mencionar que el propio gobernador Fidel Herrera Beltrán los ha apoyado,  cmo al inicio de su sexenio, que yo recuerde, cuando los dotó de equipo en las instalaciones de la clínica-estancia ubicada entrando por el rumbo de Emiliano Zapata.

Una cosa que me llamó la atención es que fueron muchas más las personas provenientes de otras ciudades y de otros estados del país las que participaron en la convención que las de Xalapa o del estado, y qué bueno y llena de orgullo saber que de otros sitios del país resaltan y valoran lo que sobre el tema se hace en Veracruz y las instalaciones y el grupo de profesionales con que aquí se cuenta. Y yo hago mención de todo porque es digno de destacarse.

 

Por fortuna no vivimos los graves problemas de adicción que se sufre en otras partes, aunque hay casos de víctimas, y qué bueno que nunca se ha esperado (el doctor Sánchez Mejorada nunca esperó) a tener una incidencia mayor para actuar, por lo que, nuevamente, mi más amplio reconocimiento a estos profesionales para quienes no se puede pedir más que Dios los bendiga para que sigan ayudando a todos los que los necesitan y sigan reconstituyendo hogares, devolviéndoles la tranquilidad, la salud emocional, en muchos casos la fe y la esperanza.

El nombre de la agrupación es muy significativo: Familias Anónimas, puede que a eso se debió también lo poco que se supo del evento y yo lo informó porque creo que hay muchas personas que desconocen del servicio que se presta y que necesitan para algún familiar en problemas, pero, además, que con gran esfuerzo se apoya a las familias de escasos recursos que viven situaciones desesperadas.

Pero, volviendo a las líneas iniciales, hagamos lo que esté a nuestro alcance para ayudar a mantener un buen clima de seguridad incluyendo el de proteger a nuestros adolescentes y a nuestros jóvenes para que no caigan en ningún tipo de adicción y para que no vivamos la violencia e inseguridad de otras partes.