Estoy seguro que hoy como nunca el país entero, los ciudadanos, estamos de acuerdo con lo que escribió y publicó ayer Jacobo Zabludovsky en su columna “Bucareli” de El Universal: “Basta de triunfalismos ridículos ante la pavorosa realidad que ha puesto a México, desde hacer cinco años, en el camino de una agonía terminal. El estado que guarda el país exige una disculpa, no un informe, señor presidente Felipe Calderón”.

Son tantos los problemas que enfrenta el país –lo que incluye a los estados, lógicamente–, lo último tan grave que despertó la indignación mundial: la muerte de más de cincuenta civiles inocentes en Monterrey víctimas de las acciones del crimen organizado, que prácticamente ha hecho olvidar, ignorar, que pasado mañana es día del Informe presidencial.

Periodista agudo, analítico, certero, el maestro Zabludovsky hace una radiografía verdaderamente dramática del estado que guarda el país, y su exposición resume, sin duda alguna, la indignación de los mexicanos con el desgobierno panista que padece el país.

“El jueves pasado marca la debacle de toda la estrategia de lucha contra la delincuencia. En el mismo día un periodista de Sinaloa es ejecutado de un tiro en la nuca y 52 personas mueren en Monterrey por un ataque de la más desafiante crueldad a un garito corrupto. Se combate en todos los frentes. Como si se hubiera planeado, la violencia crónica asciende a violencia crítica precisamente ocho días antes del informe”.

Jacobo no se anda por las ramas. Va directo al asunto. Con toda dureza, porque la situación no permite otra cosa: “Basta de triunfalismos ridículos ante la pavorosa realidad que ha puesto a México, desde hace cinco años, en el camino de una agonía terminal. Es hora de pedir disculpas y asumir responsabilidades. Basta de reuniones inútiles y atoles con el dedo. Si la Constitución obliga a presentar un informe sobre ‘el estado general que guarda la administración pública’, habrá que pedir disculpas no sólo por declarar una guerra sin saber las características del enemigo, sino por fallar en todas las ramas de la mentada administración”.

Antes de que se festine cualquier “logro” por la televisión con motivo del Informe, Zabludovsky, dado que seguramente Felipe Calderón no lo hará, pinta el estado real que guarda la nación.

“No cabe el mínimo alarde de vanagloria por nuestra situación económica. El sexenio empezó con un dólar a nueve pesos, más o menos, subió hasta 15 y se ha mantenido en 12 y pico, una devaluación de 30%. El producto interno bruto en estos 10 años promedia 1%. Otros países latinoamericanos, Chile, por ejemplo, crecerá este año un 6%.

 

La Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares 2010 revela una baja del 27% de las remesas del exterior, equivalente a medio millón de familias que perdieron ese sustento. La inversión directa extranjera en el primer semestre de este año cayó 32.6% respecto al mismo periodo de 2010, según datos oficiales. El desempleo agobia a dos millones 700 mil adultos desesperados”.

El ahora famoso conductor de radio –“La Red de una a tres”, en el Grupo Radiocentro– como lo fue antes en la televisión, como se lee, da cifras, no cita de oídas ni se basa en rumores. Prosigue: “Después de cinco años y más de 40,000 muertos y números incalculables de secuestrados, mutilados, desaparecidos y desplazados, se puede alegar que sin la guerra contra la delincuencia el saldo trágico sería mayor, presunción indemostrable, porque lo real es la extensión del problema a todo el país y el aumento constante de bajas humanas, el incremento del tránsito de las drogas hacia los Estados Unidos y el de su consumo en México. Aparte del daño al Ejército: se le ha perdido el respeto que muchos mexicanos le tenían. Otro daño colateral, el desplome de los centros turísticos. Acapulco es una ruina”.

“El despilfarro del dinero público alcanza niveles sin precedentes. El gasto en publicidad oficial satura todos los medios, especialmente los más influyentes y poderosos, y supera el de cualquier producto de la iniciativa privada, como refresco o dentífrico, cuya venta depende de los anuncios”.

 

(Aquí, sin duda, Jacobo se refiere a lo que publica la revista Proceso que salió el domingo: “Desesperado ante el desastre nacional que tiene ante sí, el gobierno de Felipe Calderón ha dilapidado más de 17 mil millones de pesos en sólo tres años para promover la imagen de su administración y la suya propia”.) “Este exceso –continúa diciendo–, unido a la corrupción y a la ineptitud, aborta obras tan estrafalarias, inútiles y absurdas como esa megapaleta Mimí, conocida también como Estela de la Luz, que con el mazacote de los senadores está en el lugar más inadecuado del mapa urbano.

 

Sería de agradecer una explicación detallada de la peculiar manera de invertir en adefesios nuestros escasos caudales, apremiantes para la satisfacción de necesidades básicas de millones de miserables”.

“El siglo panista primero fue la farsa y luego la tragedia. Observamos con asombro a los únicos líderes, las únicas figuras, los únicos personajes, sin excepción, surgidos en esta década: padres que enterraron a sus hijos asesinados por criminales. Isabel Miranda de Wallace, Alejandro Martí y Javier Sicilia son símbolos de una sociedad agraviada, indignada ante la injusticia, la violencia ilimitada y la impotencia general en medio de una catástrofe compartida. La herida abierta de estos tres compatriotas nos duele a todos. La desgracia los convierte en héroes. Su voz es la de un México cuya capacidad de tolerancia y sufrimiento está puesta a prueba”.

Dejémoslo que concluya: “Así llegamos al Informe. El jueves un propio entregará a los diputados algunas cajas de cartón llenas de papeles. Al día siguiente los habituales ocuparán sus pupitres en el Auditorio Nacional para aplaudir, cada vez que una coma lo provoque, el Informe del presidente Calderón. La televisión y la radio amelcocharán la ceremonia y los periódicos dedicarán sus planas primeras y editoriales al detalle y análisis de las lecciones del jefe del Ejecutivo. La orgía del spot y el ditirambo hasta el hartazgo”.

“El año que entra elegiremos su sucesor. El semanario The Economist pronostica que el PAN no sólo perderá sino que descenderá al tercer lugar. El veredicto de los mexicanos será de castigo. Ante tantos palos de ciego pedir disculpas no basta y nada soluciona. Pero sería un gesto inesperado de humildad y franqueza que justificaría el presupuestado aplauso final”.